miércoles, 15 de febrero de 2017

Sesión 3
Actividad 3. Algunas consideraciones sobre el lugar de la gramática en el aprendizaje del Español. Jenaro Ortega Olivares.


Jenaro Ortega Olivares trata de analizar el lugar de la gramática en el aprendizaje de una lengua extranjera. Tras un recorrido por los diferentes autores que han apoyado o no su aprendizaje, el autor llega a la conclusión de que la gramática es un aspecto imprescindible y será vertebrador de la metodología de enseñanza de los idiomas como lenguas no maternas.


Para llegar a dicha conclusión, el autor comienza analizando la evolución de los métodos de enseñanza de la gramática durante los últimos treinta años, recalcando el movimiento  pendular que ha sufrido- la denominada Ley del péndulo- en la que la enseñanza tradicional y/o audio oral, se vio radicalmente desplazada por el enfoque comunicativo de la enseñanza.  Así pues, en el primer grupo de métodos, la gramática se inculca de manera explícita y abstracta, centrándose en ejercicios o traducciones o mediante repeticiones de secuencias estructuradas. Los problemas de estos métodos y sus excesos (no motivación de la comunicación, no cubrir las necesidades reales del alumno, largos y tediosos ejercicios, etc.), llevaron a que fueran fuertemente desplazados por métodos basados en el enfoque comunicativo de la lengua, en el que lo importante es aprender a comunicar en una lengua y no aprender sobre la lengua. Así pues, defendían la ineficacia de enseñar la gramática, ya que supuestamente, esta se adquiere en la comunicación, en un proceso similar al seguido en la adquisición de la lengua materna. Basándose en que las lenguas maternas se aprenden de manera innata por su uso en entornos ricos y sin esfuerzo, la clase tenía que envolver al alumno en situaciones naturales y realistas y la gramática quedó diluida en los ejercicios comunicativos.


Con el tiempo, estos conceptos teóricos chocaron con la realidad al ser puestos en práctica. Varios estudios evidencian que estudiar gramática sí es necesario. Se observó que, a pesar de que en pocos meses los alumnos tenían fluidez y seguridad, estos cometían numerosos y recurrentes errores gramaticales y morfológicos. Evidencias naturales externas al aula (i.e., en entornos ´´ricos y naturales´´) también evidenciaron que los aprendientes no alcanzaban el mismo dominio linguístico que los nativos sin un refuerzo gramatical.
 
Aquí el tema se pone interesante.
Para proponer métodos eficientes de adquisición lingüística, la pregunta a responder y comprender es porqué una lengua extranjera no parece ser aprendida de la misma manera que las lenguas maternas. El autor describe  la visión de varios autores que han tratado este asunto, e introduce el concepto, novedoso para mí, de Periodo Crítico en la adquisición lingüística, periodo durante el cual la mente está especialmente predispuesta a adquirir una base gramatical a partir simplemente del input lingüístico del entorno. Este período parece llegar hasta los siete años más o menos, donde empieza a decrecer, de manera gradual, la capacidad de forjar representaciones gramaticales a partir sólo de un input lingüístico no, pudiendo llegar al nivel del nativo.


Dado que la evidencia refuta que no se puede aprender lengua con buen nivel pasado el período crítico, está claro que tras éste, la lengua se aprende de forma distinta y son otros métodos los que hacen posible el aprendizaje de la lengua.
Para comprender ésto, hace falta comprender los métodos de la mente en el aprendizaje linguístico y para ello se presenta la teoría modularista de Fodor, que me ha parecido muy interesante. En ésta, la mente se entiende como un sistema formado por i) unos módulos (también conocidos como sistemas autónomos periféricos), cada uno asociado a una función sensorial, e.g., vista, olfato, y que responden inconscientemente a los estímulos; y ii) a un  sistema central de procesos, sin una función específica, e.g., memoria, creencia… , con un control consciente y encargado de adquirir un conocimiento general.


En este marco, el lenguaje es uno más de los módulos autónomos y la adquisición de la lengua materna es diferente a la adquisición del conocimiento general del mundo real, aunque haya interacción. La organización gramatical de la lengua materna se adquiere fácilmente. Según el modelo expuesto, el módulo lingüístico actúa muy eficientemente durante el periodo crítico para aprender la lengua materna, pero sólo parcialmente en el aprendizaje de las lenguas no maternas. Así, es principalmente el sistema central el que interviene, a través de la visión gramatical de la lengua y no innatamente a través del módulo lingüístico. Las desventajas de este modo de aprendizaje son una adquisición menor de conocimientos, una menor rapidez y menor automatización.


Seguido, el autor introduce la teoría de Krashen, en la que se diferencia entre saber adquirido, espontáneo y automatizado, que toma lugar en el módulo lingüístico, y el saber aprendido, que es irrelevante para la comunicación, excepto para controlar activamente el producto lingüístico. Esta teoría que minimiza el papel de la gramática no concuerda con la evidencia, que demuestra que el saber aprendido puede automatizarse mediante la repetición y la práctica. Esta automatización es evidente en la preparación para tocar un instrumento o hablar en público. Así, los conocimientos adquiridos por el sistema central, pueden incorporarse en los módulos lingüísticos, haciendo el conocimiento adquirido más veloz y automatizado.


Por lo tanto, se debe aprender de otro modo. El aprendizaje descansa sobre todo en el sistema central, que está abierto a interacciones como la motivación, la capacidad de observación y análisis, etc. El rol de la automatización de conocimientos aprendidos, es evidente en el aula, en el que se ve ha demostrado que los estudiantes pueden comunicarse mejor después de aprender gramática. Estudios recientes, también han puesto de manifiesto que los estudiantes con mayores recursos gramaticales suelen alcanzar habilidades comunicativas mejor y más rápido.


Todo ello, lleva al autor a recalcar la importancia del saber gramatical conscientemente aprendido, ya que este suple el cierre del módulo lingüístico tras el periodo crítico.


Las corrientes contemporáneas hacen gran hincapié en esta evidencia y han conducido nuevas metodologías. La primera, denominada de atención centrada en la forma, insiste en aspectos (fonológicos, sintácticos...) de la lengua que conducen a errores recurrentes. Un tema que queda abierto es cómo se debe insistir, ya sea a través de información metalingüística explícita o destacando rasgos. La siguiente, de toma de conciencia gramatical, insiste en recalcar los aspectos anteriores, aunque no lleven a errores, para mejorar el procesamiento del input lingüístico por parte de los aprendientes y llevarlos a crear mejores representaciones gramaticales, acelerando el proceso de adquisición lingüística.


Aunque el marco teórico parece bien establecido, queda muchas respuestas sin responder, que están centrando grandes esfuerzos en la comunidad educativa, tales como de qué modo influye la atención en la forma en la adquisición de la lengua, qué tipos de institución formal es la más eficiente o cuales son los mejores momentos para su aplicación.

Lo que para el autor está claro es que lo que sí que se responde sin duda es a la necesidad de promover el conocimiento gramatical consciente en los aprendices. El autor insiste en la necesidad de un equilibrio y flexibilidad entre métodos, y evitar caer de nuevo en el movimiento pendular que han caracterizado los últimos años en las tendencias educativas.

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